Cuando la economía no está funcionando a pleno rendimiento, los economistas prestan mucha atención. Una señal que buscan es lo que se denomina una brecha recesiva. No es solo un término técnico. Indica una desaceleración real de la producción, el empleo y el gasto.
Si la economía podría producir más, pero no lo logra, se trata de una brecha recesiva. Esto nos indica que recursos como la mano de obra y el capital están sin utilizar. La gente quiere empleos. Las empresas podrían crecer. Pero algo lo está frenando todo.
Saber qué significa una brecha recesiva ayuda a explicar por qué la economía a veces se siente lenta y por qué los gobiernos toman las medidas que toman para cambiar las cosas.
¿Qué es una brecha recesiva?
Una brecha recesiva ocurre cuando la producción real en la economía es menor de lo que podría ser si todo funcionara sin problemas.
La producción real se mide por el PIB, que es la abreviatura de Producto Interno Bruto. Ese es el valor total de los bienes y servicios que produce un país.
El PIB potencial es lo que la economía podría producir si cada trabajador que desea un empleo tuviera uno y cada máquina, fábrica y herramienta se utilizara eficientemente.
Cuando hay una brecha entre estos dos, indica una desaceleración. La economía no está rota, pero tiene un rendimiento inferior al esperado.
¿Cómo entender la brecha?
Piense en el PIB potencial como la economía en plena actividad. Esto no significa desempleo cero, pero sí significa que quienes buscan trabajo generalmente pueden encontrarlo.
El PIB real refleja la situación actual. Se mueve con la demanda, la confianza, la inversión y los acontecimientos mundiales.
La brecha recesiva es el espacio entre estos dos. Muestra que algo impide que la economía alcance su máximo potencial.
¿Qué causa una brecha recesiva?
No hay una única causa. Pero en la mayoría de los casos aparecen algunos desencadenantes comunes.
Una caída de la demanda
Si la gente no gasta, las empresas dejan de producir. Esto puede ocurrir cuando los empleos son inciertos o los salarios no se mantienen al día. También puede ocurrir cuando las empresas prevén un crecimiento más lento y frenan la contratación o la inversión.
Tasas de interés altas
Cuando los préstamos se encarecen, las personas retrasan la compra de viviendas o automóviles. Las empresas también reducen su gasto. Esto debilita la demanda en general.
Choques externos
Eventos como una guerra o una pandemia interrumpen el flujo de bienes y servicios. Estas perturbaciones suelen perjudicar tanto la oferta como la demanda al mismo tiempo.
Caída de precios
Cuando las personas esperan que los precios bajen, esperan. Esa pausa en el gasto lleva a las empresas a recortar gastos. Este retraso en la actividad amplía la brecha recesiva.
Ejemplos del mundo real
La crisis financiera de 2008 creó una enorme brecha recesiva. Tras el colapso del mercado inmobiliario, los bancos dejaron de prestar. La gente perdió sus empleos y recortó el gasto. Las empresas retrasaron sus inversiones. La economía podría producir más, pero se estancó.
La pandemia de COVID-19 en 2020 trajo consigo un shock diferente. Esta vez, industrias enteras se vieron obligadas a cerrar de la noche a la mañana. Incluso las empresas sanas no pudieron operar. La demanda se desplomó y el PIB mundial cayó drásticamente.
En ambos casos, los gobiernos y los bancos centrales intervinieron. Ofrecieron apoyo financiero, bajaron los tipos de interés e intentaron reactivar el crecimiento.
Cómo responden las economías
Cuando se abre una brecha recesiva, el objetivo es cerrarla. Eso suele significar impulsar la demanda y que la gente vuelva al trabajo.
Los gobiernos pueden aumentar el gasto o recortar los impuestos
Esto pone más dinero en manos de la gente y fomenta el gasto. La inversión pública en cosas como transporte, energía o infraestructura suele desempeñar un papel importante en la recuperación.
Los bancos centrales pueden bajar los tipos de interés
Esto abarata los préstamos. Incentiva a las personas a gastar y a las empresas a invertir. Algunos bancos centrales también inyectan dinero en los sistemas financieros para mantener el flujo de crédito.
¿Cómo se diferencia de una economía sobrecalentada?
Una brecha recesiva significa que la economía está operando por debajo de su capacidad. Se observa un mayor desempleo y una inflación más lenta.
Una economía sobrecalentada es lo opuesto. La producción aumenta por encima de su potencial. Los precios suben rápidamente. Los mercados laborales se contraen. Los responsables políticos suelen necesitar desacelerar la actividad para evitar daños a largo plazo.
Por qué es importante
Una brecha recesiva es más que un concepto económico. Es una señal de que el sistema está desequilibrado. Muestra cuándo es difícil encontrar empleo, cuándo se desacelera el gasto y cuándo disminuye la confianza.
Al comprender las causas de la brecha y cómo se puede solucionar, se obtiene una visión más clara de cómo funcionan las economías durante las desaceleraciones. También se ve por qué se toman ciertas decisiones políticas y qué buscan resolver.
Estar atentos a las brechas de producción ofrece a gobiernos, empresas e individuos una mejor manera de prepararse para los cambios en la economía. Es una de las señales más claras de que algo necesita cambiar.