Los ETFs Smart Beta suelen describirse como un punto intermedio entre la inversión pasiva y la activa. Siguen un índice, pero no de la forma habitual. En lugar de simplemente copiar a las empresas más grandes del mercado, siguen un conjunto de reglas diseñadas para mejorar el rendimiento o reducir el riesgo. Han ido ganando popularidad porque los inversores buscan algo más que una rentabilidad promedio. Se buscan estrategias que se perciban como activas, pero que ofrezcan la transparencia y los menores costes de un ETF. Ahí es donde entra Smart Beta.
¿Qué es exactamente un ETF Smart Beta?
En esencia, un ETF Smart Beta es un fondo cotizado en bolsa que utiliza un enfoque basado en reglas para seleccionar y ponderar las acciones de su cartera. Mientras que los ETF tradicionales a menudo se ponderan por capitalización de mercado, los ETF Smart Beta utilizan diferentes factores para decidir qué cantidad de cada acción incluir. Estos factores pueden ser cualquier cosa, desde lo barata que parezca una acción en comparación con sus ganancias hasta lo estable que haya sido durante las fluctuaciones del mercado. La idea es superar al mercado con el tiempo o al menos gestionar mejor el riesgo.Los factores «inteligentes» comunes
Las estrategias de beta inteligente suelen girar en torno a un puñado de ideas de inversión bien conocidas, también conocidas como factores. Estos son los más comunes:-
- Valor: Empresas que parecen infravaloradas según las métricas financieras
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- Impulso: Acciones que han estado subiendo y se espera que sigan subiendo
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- Calidad: Empresas con balances sólidos y beneficios consistentes
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- Baja volatilidad: Acciones que no rebotan demasiado
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- Tamaño: Centrarse en empresas pequeñas o medianas en lugar de solo en los gigantes
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- Rendimiento de dividendos: Apuntando a empresas que pagan y aumentan dividendos regularmente
En qué se diferencia el Smart Beta de los ETF tradicionales
La diferencia clave es cómo se eligen y ponderan las acciones. En un ETF convencional que replica el S&P 500, empresas como Apple o Microsoft ocupan más espacio simplemente por su tamaño. En un ETF Smart Beta, es posible que se observe una distribución más equitativa o una mayor ponderación de las empresas con dividendos altos o bajo endeudamiento. Esto modifica el perfil de riesgo y la rentabilidad potencial. En ciertas condiciones de mercado, puede generar un mejor rendimiento. En otros, no tanto.Por qué les gustan a los inversores
Hay algunas razones por las que los ETF Smart Beta se han vuelto más populares:-
- Ofrecen una estrategia: en lugar de simplemente seguir el mercado, te permiten inclinarte hacia temas de inversión específicos
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- Se basan en reglas: hay una fórmula clara y transparente detrás de ellos
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- Cuestan menos: En comparación con los fondos de gestión activa, generalmente son más económicos.
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- Son fáciles de comprar: Se pueden negociar como cualquier acción o ETF.
Pero existen riesgos
La beta inteligente no es mágica. Algunas estrategias se basan en lo que funcionó en el pasado, lo que no siempre significa que funcionará en el futuro. Esto se llama sesgo de backtesting. Los factores también cambian de tendencia. Un ETF centrado en el valor podría tener un rendimiento inferior durante años si las acciones de crecimiento dominan el mercado. Y debido a que muchos fondos Smart Beta se reequilibran con frecuencia, pueden tener una mayor rotación, lo que puede generar más impuestos o costos de negociación.Cómo elegir el ETF Smart Beta adecuado
Si está pensando en agregar uno a su cartera, esto es lo que debe tener en cuenta:-
- ¿Cuál es su ¿Objetivo? ¿Quieres ingresos, menor riesgo o mayor crecimiento?
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- ¿Qué factores te importan? Algunos funcionan mejor en ciertas condiciones de mercado
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- Consulta las comisiones y el rendimiento pasado, pero recuerda que el éxito pasado no garantiza nada
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- Cíñete a proveedores conocidos como iShares, Vanguard o Invesco por su fiabilidad y transparencia