La estanflación es una de las condiciones económicas más difíciles de abordar. Se produce cuando se combinan alta inflación, bajo crecimiento económico y alto desempleo. Esta inusual combinación crea una situación difícil para gobiernos, empresas y personas. A diferencia de la inflación típica o una recesión regular, la estanflación es especialmente desafiante porque las herramientas habituales para solucionar un problema pueden empeorar los otros.
En este artículo, explicaremos qué es la estanflación, qué la causa, su impacto en la economía y qué se puede hacer para abordarla.
¿Qué es la estanflación?
La estanflación es la combinación de dos problemas económicos opuestos: el estancamiento (crecimiento económico lento o nulo) y la inflación (aumento de los precios). Normalmente, la inflación y el estancamiento no van de la mano. La inflación suele aumentar cuando la economía crece rápidamente, mientras que el estancamiento suele ocurrir cuando la economía se contrae. Pero en la estanflación, ambos problemas ocurren a la vez, lo que crea un verdadero dolor de cabeza para los responsables políticos.
Señales clave de la estanflación
- Inflación alta: Los precios de los bienes cotidianos suben, encareciendo los productos para los consumidores.
- Crecimiento lento o negativo del PIB: La economía es débil o se está contrayendo, lo que significa menos oportunidades laborales y un crecimiento empresarial limitado.
- Alto desempleo: Aunque los precios están subiendo, muchas personas están sin trabajo o enfrentan salarios estancados.
Causas de la estanflación
Existen algunas razones principales por las que ocurre la estanflación. Comprender esto puede ayudar a los inversores y a los responsables políticos a afrontar este difícil entorno.
Choque de oferta
Un choque de oferta ocurre cuando se produce una interrupción repentina en el suministro de bienes esenciales, como el petróleo o los alimentos. Por ejemplo, la crisis del petróleo de la década de 1970 provocó un fuerte aumento de los precios de la energía, lo que provocó inflación mientras el crecimiento económico se estancaba. Este tipo de shock eleva los costos de producción y provoca un aumento de precios, lo que ralentiza la economía.
Políticas económicas deficientes
En ocasiones, las políticas económicas deficientes pueden desencadenar estanflación. Por ejemplo, cuando los gobiernos imprimen demasiado dinero para estimular la economía, esto puede generar inflación sin impulsar el crecimiento. De igual manera, si los gobiernos no abordan los problemas económicos subyacentes, podrían, sin darse cuenta, crear las condiciones para la estanflación.
Disminución de la productividad
Cuando la productividad disminuye, el costo de los bienes y servicios aumenta, lo que contribuye a la inflación. Una infraestructura deficiente, una tecnología obsoleta o la falta de inversión pueden frenar la productividad. Cuando las empresas no pueden producir bienes eficientemente, suben los precios para cubrir los costos, mientras que el crecimiento económico se ve afectado.
Efectos de la estanflación en la economía
La estanflación es dura para todos. Así es como afecta a los diferentes sectores de la economía:
Impacto en los consumidores
Los consumidores sufren más durante la estanflación. Los precios de productos básicos como la comida y la gasolina suben, pero los salarios no siguen el mismo ritmo. Esto significa que el poder adquisitivo de las personas disminuye, lo que dificulta el acceso a los mismos bienes y servicios. El costo de la vida aumenta mientras que las oportunidades laborales siguen siendo limitadas, lo que dificulta que las familias lleguen a fin de mes.
Impacto en las empresas
Las empresas también enfrentan dificultades durante la estanflación. A medida que aumentan los costos de producción, las empresas pueden verse obligadas a subir los precios para mantener las ganancias. Pero como los consumidores gastan menos debido a los altos precios y al débil crecimiento económico, la demanda de productos disminuye. Esto conduce a un círculo vicioso de reducción de contrataciones, despidos e incluso cierres de empresas.
Impacto en las políticas gubernamentales
Los gobiernos se enfrentan a un reto complejo durante la estanflación. Para combatir la inflación, pueden subir los tipos de interés, pero hacerlo podría ralentizar aún más el crecimiento económico y aumentar el desempleo. Por otro lado, recortar los tipos de interés para impulsar el crecimiento podría agravar la inflación. La necesidad de equilibrar estos dos objetivos hace que abordar la estanflación sea particularmente difícil.
Ejemplos históricos de estanflación
La crisis de estanflación de la década de 1970
El ejemplo más famoso de estanflación ocurrió en la década de 1970. Fue causado por una crisis de oferta de petróleo, donde el aumento de los precios del petróleo elevó el costo de producción de muchos bienes, lo que provocó inflación. Al mismo tiempo, la economía se estancó y el desempleo aumentó. La inflación alcanzó los dos dígitos y la economía se mantuvo débil durante años. Los gobiernos finalmente tuvieron que modificar sus políticas económicas para intentar controlar tanto la inflación como el desempleo.
Riesgos de estanflación en la década de 2020
Hoy en día, a algunos economistas les preocupa que el mundo pueda volver a enfrentarse a la estanflación. Factores como el aumento de los precios de la energía, las interrupciones en las cadenas de suministro globales y los altos niveles de deuda están creando condiciones similares a las de la década de 1970. Si bien aún no es seguro si veremos el mismo nivel de estanflación, la combinación de alta inflación y crecimiento lento es algo a lo que debemos prestar atención.
¿Cómo combatir la estanflación?
Entonces, ¿cómo se puede abordar la estanflación? Aquí hay algunas soluciones que podrían ayudar:
Ajustes de la política monetaria
Los bancos centrales pueden ajustar los tipos de interés para intentar controlar la inflación. Sin embargo, esto es complicado durante la estanflación, ya que subir los tipos de interés para combatir la inflación puede ralentizar aún más la economía. Se necesita un equilibrio cuidadoso para evitar que la situación empeore.
Políticas económicas de oferta
Las políticas de oferta se centran en mejorar la eficiencia de la economía. Esto podría implicar invertir en nuevas tecnologías, mejorar la infraestructura o incentivar a las empresas a aumentar la producción. Cuando las empresas pueden producir bienes de forma más eficiente, los costes bajan, lo que contribuye a reducir la inflación.
Gestión de la Energía y los Recursos
Gestionar los precios y los recursos energéticos es fundamental para prevenir la estanflación causada por las perturbaciones de la oferta. Los gobiernos deben asegurar un suministro energético estable y considerar fuentes de energía alternativas para reducir la dependencia de recursos volátiles como el petróleo.
La estanflación es una condición poco frecuente pero peligrosa que combina inflación, crecimiento lento y alto desempleo. Puede estar causada por perturbaciones de la oferta, políticas económicas deficientes y disminución de la productividad, y puede tener un gran impacto en los consumidores, las empresas y los gobiernos. La crisis del petróleo de la década de 1970 es un claro ejemplo, y aunque hoy no nos enfrentemos a las mismas condiciones, sin duda existen riesgos de estanflación en el clima económico actual. Para combatirla, las autoridades deben encontrar un equilibrio entre el control de la inflación y el fomento del crecimiento, abordando al mismo tiempo las causas profundas de la desaceleración económica.