El uso del dinero en efectivo, que ha ido disminuyendo paulatinamente con el paso del tiempo, ha disminuido bien en estos tiempos en los que nos da miedo acercarnos unos a otros, tanto gracias al creciente número de empresas de servicios de pago en los últimos años y al peso cada vez mayor del comercio electrónico (Imagen 1) como a consecuencia de la pandemia. Esta situación se caracteriza por las
criptomoneda
Como se nos viene a la mente el futuro papel de ambas, hemos querido explicar qué son y cómo se separan.
(Imagen 1)
El dinero digital es una representación de dinero fiduciario que sólo existe en el entorno digital y (literalmente) no tiene equivalente tangible. Con estas monedas, puedes aceptarlas a cambio, pagar bienes o servicios o hacer transferencias, igual que haces con el dinero que llevas en el bolsillo. Siempre que todo ello se realice en un entorno digital.
La criptomoneda es uno de los tipos de la clase en la que el dinero digital es la definición paraguas.
Blockchain
Basándose en su estructura (y en la compleja ciencia que hay detrás), este tipo de dinero se utilizó inicialmente para transferencias entre pares, pero como resultado de su uso generalizado, ahora se pueden realizar pagos directos.
Aunque a primera vista ambos parecen lo mismo, existen diferencias estructurales entre ellos.
Primera diferencia: la autoridad. Hay personas que pueden controlar y gestionar las monedas digitales y pueden definirse como una autoridad, pero en las criptodivisas, gracias a que se basan en blockchain, no las controlan individuos o pequeños grupos, sino sus propias comunidades. Estas comunidades se llaman mineros, como mencionamos en nuestra entrada del blog Minería de Bitcoin.
La segunda diferencia es el anonimato. Para utilizar monedas digitales, es necesario presentarse ante la autoridad que controla el dinero, mientras que en los sistemas de criptodivisas no es necesario para poder intercambiar. Mientras que el uso generalizado de las criptomonedas y el consiguiente deseo de acceder a ellas empujan a los clientes potenciales a los intercambios, KYC (TR: «Know Your Customer»: «Conozca a su cliente»), que viene con este aumento de la demanda, elimina esta diferencia de anonimato, aunque sea ligeramente. Otra diferencia aquí es que en las monedas basadas en blockchain, todo el movimiento de dinero puede ser visto por todo el mundo. Esta información está oculta en las monedas digitales.
La última diferencia es que las monedas digitales, a diferencia de las criptodivisas, tienen una estructura administrativa que se puede señalar, de modo que se pueden prevenir delitos como el blanqueo de dinero o el fraude. En las criptodivisas no se da esta situación. Mientras que el mecanismo de control en las divisas digitales puede cancelar una transferencia, en las criptodivisas, si realizas una transferencia a una dirección a través de la blockchain de la que eres usuario, la cantidad que das no te puede ser devuelta a menos que la persona a la que se la envías no la quiera.
En resumen, tanto las monedas digitales como las criptomonedas pueden cumplir en parte la misma función, pero existen diferencias significativas y sus consecuencias. Se debe tener cuidado especialmente en el uso de criptomonedas a cambio de bienes/servicios.