Según un estudio reciente, alrededor de 7 bancos centrales, que cubren el 20% del
dinero digital
lo quitará. Los bancos que toman medidas para emitir sus propias monedas digitales aumentan día a día sus avances en este sentido. A medida que disminuye el uso de efectivo, los bancos centrales buscan utilizar las monedas digitales para llenar los vacíos y captar innovaciones. Es una cuestión de curiosidad cómo afectarán a las criptomonedas estas actitudes de los bancos centrales, que están muy entusiasmados con las monedas digitales y aceleran sus planes.
Los bancos centrales se están centrando en la digitalización de monedas estables y stablecoins cuando el impacto de las criptomonedas se debilite, en lugar de desactivarlas por completo. Sin embargo, muchos bancos centrales aún no han implantado los
fichas digitales
no lo han analizado. Según los índices de la investigación, se observa que el 58% de los bancos centrales han tomado medidas para garantizar la estabilidad monetaria y financiera de monedas estables. El 39% no ha analizado esta cuestión y el 3% restante no tiene información al respecto. Otra cuestión digna de mención es el porcentaje de proyectos en el ámbito de la moneda digital. La proporción de bancos centrales que adoptan la expansión de la moneda digital es del 54%. Otro 15% ha iniciado programas piloto y de expansión.
Los beneficios de la transformación digital, junto con las innovaciones tecnológicas, han propiciado el avance de las criptodivisas y su uso por parte de los bancos. criptodivisas a verse como rivales. El uso de criptomonedas como medio de pago en el comercio internacional y la aparición de sistemas de pago para este ámbito ha sido un motor tanto para los bancos centrales como para los gobiernos. Así pues, los bancos centrales se han visto obligados a actuar en el ámbito de la moneda digital.
El Foro Económico Mundial (FEM) ha publicado recientemente los pasos que deben dar los bancos centrales para implantar las criptomonedas a modo de guía La «recomendación» más llamativa de la guía es el énfasis en la necesidad de un análisis más profundo. Así pues, parece que los bancos centrales están avanzando, pero necesitan tiempo y análisis para comprender plenamente las criptomonedas y sus casos de uso. En estas condiciones, el hecho de que los bancos vean a las criptomonedas como sus competidoras y tomen medidas en este sentido aumenta la reputación de las criptomonedas y garantiza la formación de confianza.