¿Cómo romper la percepción del techo de cristal de las mujeres en la empresa?

En el mundo empresarial actual, si bien es en parte natural que las mujeres trabajen en puestos directivos de menor nivel, les resulta bastante difícil acceder a puestos de alto estatus, como los de dirección, y ascender en su carrera. Las mujeres directivas que intentan alcanzar puestos de responsabilidad en sus carreras se enfrentan a un techo de cristal y acaban estando representadas en puestos directivos en un número muy limitado. 

En las culturas tradicionales dominadas por los hombres, algunas tareas y trabajos no son adecuados para las mujeres directivas, e incluso en algunas organizaciones, las mujeres no son adecuadas para los puestos directivos. 

Estas actitudes y condiciones impiden que se reconozca el talento de las mujeres y que éstas progresen o avancen en igualdad de condiciones que los hombres.

El efecto techo de cristal de las políticas organizativas puede manifestarse incluso antes de que las mujeres sean contratadas. Por ejemplo, la perspectiva de las mujeres y los hombres en la contratación es diferente. Que las mujeres puedan o no viajar por trabajo, tener hijos  o las preguntas sobre el estado civil formuladas a las mujeres afectan al proceso de contratación.   

 También se analizan los estereotipos de mujeres y hombres en la vida empresarial,  A las mujeres se las considera dependientes, cariñosas, emocionales y elegantes; a los hombres, ambiciosos, con talento, trabajadores e independientes. Por lo tanto, se considera que los hombres son más aptos para las cualificaciones directivas. A las mujeres, en cambio, se las considera poco resistentes físicamente, incapaces de soportar condiciones de trabajo pesadas y emocionales. 

El hecho de que las redes de comunicación estén generalmente dominadas por los hombres en la estructura y el funcionamiento organizativos tradicionales es una de las barreras del techo de cristal para la progresión profesional de las empleadas, debido a las diferencias en los estilos de comunicación y a la incapacidad de las mujeres para participar al mismo tiempo en las redes de comunicación existentes.

Las políticas institucionales son decisivas para el papel de la mujer en la vida empresarial. Además, dado que estas políticas son una guía para los empleados, pueden ser una barrera para las mujeres o una prevención del techo de cristal con la concienciación de la empresa.

El valor de la mujer en la vida empresarial

Tanto la naturaleza masculina de las organizaciones como su cultura y sus políticas provocan el síndrome del techo de cristal. Para sumar a sus valores las competencias y el talento de las empleadas, las organizaciones deben encontrar soluciones a sus políticas, estructuras y estereotipos. Al crear oportunidades de carrera y formación para las mujeres, pueden contribuir tanto al desarrollo de las mujeres como al futuro de sus organizaciones. Con un sistema eficaz de recompensa y promoción, aumentan la motivación y la productividad de las mujeres, al tiempo que aumentan la confianza en la organización y la autoconciencia del individuo. 

Como ICRYPEX, aprovechamos todas nuestras oportunidades para el desarrollo de la mano de obra femenina en la vida empresarial. El 60% de nuestros puestos directivos están ocupados por mujeres, y la mayoría de los puestos directivos inferiores están ocupados por mujeres.  Presentamos con orgullo la contratación de mujeres y que no aprobamos las condiciones de trabajo sexistas. Con la conciencia de ser una institución que respeta el estatus social y los derechos que Mustafa Kemal ATATÜRK otorgó a las mujeres en el marco de los valores humanos, y con el deseo de que aumente el número de organizaciones que ofrecen igualdad de condiciones laborales valorando a las personas por ser humanas…

Felicitamos a todas las mujeres el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. 


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