El número de usuarios de criptomonedas en todo el mundo aumenta día a día. Esta situación nos hace pensar que las criptomonedas pueden formar parte integrante de nuestra vida cotidiana. Se observa que el crecimiento en términos de uso de criptomoneda se observa especialmente en los países en desarrollo. La gente busca alternativas de pago e inversión. Si sigue así, podremos hablar de la adopción de criptomonedas en todo el mundo en un futuro próximo.
En general, el número de nuevos usuarios en los países de la Comunidad de Estados Independientes, incluidos Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán, alcanzó niveles récord en un mes.
Una situación económica similar se observa en China, Brasil y México, donde las personas que han perdido la confianza en las monedas locales retiran su dinero en los bancos e invierten en criptomonedas. Esto puede explicar la elevada tasa de prevalencia de los activos digitales en los países en desarrollo.
Las criptomonedas también pueden resolver el problema de la participación en el comercio internacional sin tener una cuenta bancaria. Criptomonedas como Bitcoin pueden ayudar a particulares y empresas a facilitar el comercio internacional a pequeña escala. El uso de criptomoneda permite a las partes vender productos a cambio de criptomoneda, lo que posibilita la transición de los sistemas tradicionales de comercio electrónico, que exigen abrir una cuenta comercial en un banco, a los sistemas de criptomoneda.
Una de las ventajas de las criptomonedas para los países en desarrollo es que cualquiera con acceso a Internet puede descargarse un monedero Bitcoin, que puede servir como cuenta bancaria. Este monedero puede utilizarse como una cuenta bancaria en la que se pueden realizar ahorros y transacciones diarias.
Una reducción de los costes de transacción también podría aumentar las probabilidades de obtener microcréditos, ya que actualmente las transacciones monetarias tienen unos costes elevados. La eliminación de estos costes crearía enormes oportunidades de financiación internacional. El uso de criptomonedas permite a particulares de países más desarrollados hacer transferencias de dinero a personas de países en desarrollo.
Con la continuación de estos avances en todo el mundo, las criptomonedas, predominantemente en combinación con los contratos inteligentes, pueden contribuir a reforzar la confianza social y luchar contra la corrupción a través de un sistema de contratos más transparente. Los ciudadanos pueden utilizar los datos de registro público de las criptomonedas en la cadena de bloques para rastrear cómo se utilizan los fondos públicos. También permitirá a los gobiernos hacer un mejor seguimiento de sus gastos y mejorar las asignaciones presupuestarias.